La implementación de tecnologías de telecomunicación avanzadas es clave para el cumplimiento de objetivos de eficiencia, seguridad y sustentabilidad de los procesos mineros.
Recientes informes proyectan importantes avances para la industria minera chilena durante este y el próximo año. Por ejemplo, las proyecciones de inversión para el trienio 2024-2026 podrían mejorar en hasta un 40% respecto a 2023, de acuerdo al Banco Central; mientras que la Cámara Minera de Chile estima positivos indicadores en el precio del cobre y la exploración geológica.
Una buena noticia considerando que esta actividad aporta casi un 15 por ciento del Producto Interno Bruto del país. En este contexto, empresas del sector de las telecomunicaciones aspiran a que la gran minería establezca importantes pasos en la implementación de soluciones tecnológicas de vanguardia, particularmente aquellas relacionadas con el procesamiento de grandes volúmenes de datos y la operación de equipos autónomos, con el objetivo de aportar a la competitividad y sustentabilidad del sector.
Vicente Fernández, gerente comercial de Transworld, afirma que la implementación de nuevos desarrollos en este ámbito es fundamental para alcanzar una operación más eficiente y segura, permitiendo, por ejemplo, sacar a trabajadores de la “línea de fuego” o zonas con mayor riesgo.
“Soluciones que combinan el uso de la fibra óptica con enlaces punto a punto y/o multipunto permiten expandir la conectividad de las mineras a lo largo de toda la operación y, con ello, subir todos los parámetros críticos de la faena a una red de datos. Esto permite, a su vez, controlar, monitorear en línea, automatizar operaciones y optimizar recursos”.
El Foro Económico Mundial calculó en 2017 que desde entonces y los diez años siguientes la minería mundial podría generar hasta 425 mil millones de dólares como consecuencia de la adopción de tecnologías digitales, una reducción en hasta 610 millones de toneladas de CO2 emitidas y mil personas fallecidas menos en labores extractivas.
Minería conectada
Sin embargo, un informe de la Universidad de Chile replicó que alcanzar todos los beneficios de la digitalización requiere que todos los datos generados sean almacenados, gestionados y utilizados para la toma de decisiones. Y es que la industria minera enfrenta desafíos que son aún más complejos, asociados a su localización geográfica, lo aislado de las faenas y condiciones extremas, como la humedad, el polvo y materiales abrasivos.
Aunque sus beneficios cruzan toda la cadena de valor de la minería (la logística, la gestión de los recursos o la comercialización de los productos), en el ámbito operativo los beneficios son lograr una mejor comprensión de los recursos geológicos, el mantenimiento preventivo, el uso eficiente de recursos como el agua y la energía, y la optimización del rendimiento de los procesos productivos.
Fernández agregó que “la implementación de tecnologías de telecomunicación avanzadas aportará a los objetivos de eficiencia, seguridad y sustentabilidad de los procesos. Por ejemplo, para la operación a distancia de las maquinarias, logrando fortalecer la continuidad operacional, perforar y extraer material a menor costo, y evitar la exposición humana.
Uno de los proyectos en los que trabajamos, junto a nuestros partners integradores, es el de suministrar tecnologías de telecomunicaciones –fibra óptica y antenas inalámbricas– para la teleoperación de palas y perforadoras, camiones, camionetas y cualquier maquinaria de relevancia crítica para los procesos productivos de las faenas mineras”.